La actriz y el último capítulo de la trilogía de escándalo: “Como activista del movimiento contra el acoso, te digo que esta película no hace ningún daño.”
El estreno de Cincuenta Sombras de Grey en 2015, la primera película de la trilogía del best-seller de E.L. James, vino acompañada por una gran expectativa y debate: una historia erótica, centrada en prácticas sadomasoquistas, que había sido capaz de capturar las fantasías sexuales de millones de personas. La última película de la trilogía, Cincuenta Sombras Liberadas, que se estrena en unas pocas semanas para el Día de San Valentín, debería de haber sido un momento de triunfo. Pero en tres años, el mundo ha cambiado. Especialmente en los últimos seis meses, ya que las revelaciones sobre los abusos de Hervey Weinstein y otros cuatro actores de Hollywood han sacudido las bases del cine y de todos los sectores de producción. Y ahora el nuevo y último capitulo estará acompañado de protestas, vistas como un vehículo que normaliza el abuso y contonea la violencia doméstica con glamour. En el centro de todo esto está una chica de veintiocho años, Dakota Johnson, la Anastasia Steele de la película junto a Jamie Dornan. Dakota, podría estar a la defensiva. Pero ella es hija de Don Johnson y Melanie Griffith. Antonio Banderas es su padrastro. Su abuela es Tippi Hedren. Y ella es una profesional. Tanto es así que Johnson es también ahora una de las activistas del movimiento Time’s Up. «Acusaciones infundadas – sostiene. Anastasia les enseña a las mujeres a encontrar el camino y a tener más confianzas en sí mismas».
Dakota, ¿cómo has cambiado en estos años? ¿Y cómo has cambiado por Anastasia?
Empecé la trilogía cuando tenía 23 años y nunca antes había hecho sexo o desnudez. Tenía miedo, pero era una historia que quería contar. Me expuse de muchas formas, física y emocionalmente. Me hice vulnerable. Luego, con el éxito de la película, tuve que aprender a distanciarme de mi personaje, recordar que todavía tengo un largo camino por recorrer. Y espero que al final la gente recuerde que Anastasia es solo un personaje, que no refleja mi vida personal. Hay mujeres que vienen a mí y me agradecen por ayudarlas a sentirse sexualmente liberadas. No tienen que agradecérmelo a mí, sino a E.L. James. Yo soy un instrumento. No es un caso de vida que imita el arte.
En la vida real, sin embargo, muchas cosas están cambiando, en Hollywood y en otros lugares. ¿Han cambiado las recientes controversias las estrategias del lanzamiento de la película?
No puedo hablar de marketing, no son decisiones mías. Pero no creo que mi personaje o la película sean dañinos para la forma en que se trata a las mujeres en nuestra industria. En todo caso, creo que la trilogía da a las mujeres la fortaleza para tomar la iniciativa y tener más confianza en sí mismas, en las relaciones y en el trabajo. La fuerza para ser tratadas equitativamente. Anastasia en la película experimenta todas estas experiencias. El arte, la creatividad y el cine pueden ser una gran ayuda para cambiar las cosas. Y si puedo hacer algo para apoyar el movimiento y ayudar a lograr estos objetivos, allí estaré.
¿Sientes un sentido diferente de solidaridad femenina?
Sí, no es que antes hubiera competencia y rivalidad, pero ahora he hecho muchas amistades con mujeres a las que he admirado toda mi vida. No tenemos problemas para hablar entre nosotras y ser honestas y abiertas. Hablamos mucho entre nosotras, y este es un valor que no se perderá.
¿Qué tipo de hombre quieres? ¿Y cómo van las cosas con Chris Martin, líder de Coldplay?
Como la película enseña, no hay un tipo de amor. En cuanto a mí, quiero un hombre que me respete y apoye tanto él mi trabajo como yo el suyo. Por lo demás, prefiero mantener estas cosas en privado.
Dakota, hay otro hombre importante en tu vida artística: Luca Guadagnino, con quien hiciste «A Bigger Splash» y ahora el remake de «Suspiria»
Con Luca tuve la relación laboral más colaborativa de mi vida. Logra estimular una parte diferente de mi creatividad. Y luego con él pasé tanto tiempo en Italia que aprendí a apreciar su país, a experimentar su cultura y sus costumbres de una forma más íntima. Me siento afortunada por eso y me gustaría que mi italiano fuese mejor. La gente te grita y te sacude, pero no hay odio. Todo viene del amor y la creatividad. De la pasión.
Traducido por: Cincuenta Sombras ES
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