BLIP: Capítulo 2

¿Alguna vez se han preguntado qué sucedió durante el primer embarazo de Ana?

¿Cómo fue este y cómo se comportaron ambos?

¿Qué obstáculos se le presentaron en ese tiempo? 

Una historia donde Christian y Ana se enfrentan

a lo desconocido y juntos deberán 

aprender la difícil tarea de ser padres. 

Fifty Shades of Grey Fanfiction - By: SharinGrey (Twitter)
RATED: M (+18)

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Capítulo 1 |

*NOTA DE AUTOR*
Sé que en la versión en español no es "BLIP" sino "BIP" pero sí en el original, y prefiero adherirme a eso. Ya que "BLIP" significa "centello o destello" y es lo que ANA describe. No sé porqué lo han cambiado al traducir, pero definitivamente ha perdido el sentido. "BIP" me suena más a un sonido que lo que realmente Erika quiso expresar.

Aclarado esto una vez más, ¡las dejo leer!

Chapter 2

Estoy desorientada. No sé dónde me encuentro, el lugar está oscuro. Oigo voces a lo lejos pero no puedo identificar qué es lo que dicen o a quiénes pertenecen. Tampoco puedo moverme, las extensiones de mi cuerpo están laxas, sin fuerza. Mi respiración es errática por el miedo.

¿Dónde estoy? ¿Dónde está Christian?

Escucho pasos acercarse, mi corazón se acelera. Un par de manos se posan en mi vientre, intento moverme lejos de ellas pero no lo logro, mi cuerpo parece no responder.  ¡No, no me toquen! Quiero gritar pero ningún sonido sale de mi boca. Una vez más trato de removerme fallidamente lejos de las extrañas manos. Un objeto cortante es deslizado por mi vientre y un dolor agonizante me atraviesa seguido de la sensación de algo siendo arrancado de mí. Una escalofriante risa resuena en mi oído.

— ¡Esto es por AIPS, tú jodida perra!

¡Quiero gritar! Ningún sonido sale de mí, no logro encontrar mi voz.

Un llanto resuena en la habitación. ¡Blip! ¡Mi pequeño Blip! ¿Christian? ¿Dónde está Christian? ¿Por qué no está protegiéndonos?

Recupero levemente mi visión, oigo pasos alejándose junto con el llanto y veo una silueta femenina llevándoselo lejos de mí.

¡Blip, mi pequeño Blip! ¡No a mi pequeño Blip!       

— ¡Jesús, Ana, despierta!

Abro mis ojos bruscamente y un jadeo escapa de mi boca. Me toma un momento ser consciente de dónde me encuentro. Christian está sobre mí, sus manos en mis hombros sacudiéndome suavemente.

La sensación de pérdida invade todo mi sistema, no puedo pensar con claridad. Llevo mis manos a mi abultado vientre.

—Blip…— susurro aún en estado de shock, mirándolo a los ojos. Mi miedo reflejado en ellos.

Él me envuelve en sus brazos y me sostiene con fuerza, acaricia rítmicamente mi espalda en un intento de tranquilizarme.

—Él está bien, tú estás bien. Ambos lo están. — musita preocupado. —Fue solo un mal sueño, nena.

¡Oh gracias a Dios! Un sollozo de alivio escapa de mi boca, y eso es todo. Rompo en llanto, lágrimas comienzan a caer sin control y sus brazos se ciernen con más fuerza a mi alrededor. No puedo sacarme esa horrible sensación de desasosiego que siempre siento luego de una pesadilla. Ese no es el único motivo de mis lágrimas, ellas son también alegría y alivio de que solo haya sido un sueño.

—Christian, fue aterrador —. Logro pronunciar entre gimoteos.

—Estoy aquí, no dejaré que nada les suceda—. Lleva una de sus manos a mi vientre y lo acaricia lentamente. —Ana, intenta tranquilizarte, no es bueno para ninguno de los dos.

—Ellos se lo llevaron, — murmuro con la voz rota.

Sé que debería calmarme pero me es imposible volver a la realidad, incluso con Christian a mi lado y habiendo comprobado que Blip sigue seguro en mi interior.

—No, nena. Solo fue un sueño, — explica como si estuviese hablando con un niño, intentando hacerme reaccionar. — Él está bien —. Es obvio que está desesperado, tal vez incluso aterrado. Blip se mueve dentro de mí y el alivio me abruma. — ¿Lo sientes, Ana? Está perfectamente, tranquilízate, por favor. No le hace bien que estés así.

Afirmo con la cabeza y respiro profundamente intentando calmarme. Mi bebé está bien, él está a salvo. Christian está a nuestro lado protegiéndonos.  Mis sollozos y lágrimas cesan hasta extinguirse por completo.

Christian se separa de mí y toma mis mejillas, clava sus ojos sobre los míos, hay miedo en ellos.

— ¿Mejor? —  asiento incapaz de hablar. Temo que, de hacerlo, vuelva a romper a llorar. —¿Quieres intentar dormir? — Niego efusivamente. No, no quiero volver a dormir, ni siquiera cerrar los ojos. No después de esa pesadilla, las imágenes, los sonidos y sentimientos aún están nítidos en mi mente. —Habla conmigo, Ana. ¿Qué puedo hacer? — pide con impotencia.

Esta es otra situación que escapa de su control y sé cuánto lo afecta sentirse inútil.

—Sólo abrázame, — suplico.

∞

Mi ánimo está mejor más tarde por la mañana luego de una ducha, el mal sueño casi olvidado. Luego de cambiarme y maquillarme sutilmente, me dirijo a la cocina. Christian está comiendo su desayuno, aún con su camiseta y pantalones de pijama.

¿Piensa quedarse en casa de nuevo? Espero que no quiera que me quede también, no deseo tener una pelea. No después de esta mañana. Necesito distraerme y el trabajo es una buena forma de hacerlo.

—Buenos días, Sra. Grey —, La, por el momento, Sra. Jones saluda alegremente. Sé que Taylor va a pedirle matrimonio pronto, Christian me lo dijo.  — ¿Te apetece algo en particular?

—Hola, Gail. Sólo té, por favor. — Cincuenta me frunce el ceño cuando me siento a su lado. Me encojo de hombros, no creo que pueda manejar mucho en mi estómago en este momento, él comprende y su mirada se ablanda. — ¿No irás a trabajar? — pregunto, niega en respuesta.

—Veo que tú sí, — afirma observando mi ropa.

—Necesito distraerme, mantener mi cabeza ocupada va a ayudar —, Gail pone una taza de té frente a mí, le sonrío agradecida y luego sale de manera sigilosa de nuestra vista. Él no dice nada. Parece que tampoco quiere discutir, al menos por el momento, suelto un suspiro imperceptible de alivio.

—Iré por mis cosas, — le informo poniéndome de pie cuando hemos terminado. Asiente y toma una de mis manos.

— ¿Cómo te sientes? — su rostro teñido de preocupación.

—Mejor.

— ¿No quieres hablar de ello? — niego con la cabeza, quiero olvidar y hacerlo no va a ayudar. Mis ojos se llenan de lágrimas cuando recuerdo con nitidez  el sonido de los pasos alejándose junto con el llanto, alguien alejando a mi bebé de mí. —Hey, — susurra estirando sus brazos y arrastrándome hacia él tanto como mi vientre se lo permite, envuelvo los míos a su alrededor y apoyo mi cabeza en su pecho inhalando su dulce aroma — ¿Segura que quieres ir?

—Sí, estaré bien.

Besa el tope de mi cabeza.

—Le diré a Sawyer que prepare el auto —. Intenta separarse pero aprieto más mi agarre en él. Lleva sus manos a mi rostro e inclina mi cabeza hacia atrás.  Una de sus cejas está elevada e intenta suprimir una sonrisa. Maldición, podría quedarme con él. Seguro encontraría una forma de mantener mi mente distraída. Uhm, tan tentador como suena, debo ir a trabajar. — ¿Qué sucede?

—Nada, te amo. — me estiro hacia él y dejo un casto beso en sus labios.

—También te amo, Ana. — Baja una de sus manos hacia mi vientre y vacila un segundo, su mirada gacha y el ceño fruncido como estuviera debatiéndose algo. Segundos después, vuelve a clavar sus ojos en los míos, decididos. —A ambos.

Dejo de respirar, es un gran paso para él decirlo. Mi corazón salta en mi pecho de alegría y estoy a punto de llorar nuevamente. Como si lo hubiese oído también, Blip se remueve en mi interior.

—Creo que te ha escuchado, — comento con una risita. —Él te ama también, Christian.

Pongo una de mis manos sobre la suya, aún sobre mí. Sus ojos brillan como los de un niño en navidad, como lo hacen cada vez que es capaz de sentirlo desde la primera vez.

Es nuestra primera noche en la casa nueva. Taylor y Gail atrasaron su mudanza unos días más, comprendo porqué cuando Christian me pone sobre mis pies luego de atravesar el umbral, su boca va directo a la mía y me besa con ferocidad. Un poco de real y completa privacidad. Solo nosotros dos... tres, disfrutando de nuestro nuevo hogar.

Estoy exhausta y satisfecha, ambos yacemos de lado en nuestra cama, nuestros brazos y piernas alrededor del otro, mirándonos con sonrisas tontas dibujadas en nuestros labios. Christian luce tan relajado y joven, muy poco Cincuenta en este momento. Hemos hecho el amor, lentamente, disfrutando del otro sin prisas. Regocijándonos de este momento de total paz y tranquilidad.

Una de sus manos acaricia distraídamente mi vientre, mi respiración es cada vez más acompasada y mis párpados pesan y comienzan a cerrarse. Es entonces cuando lo siento, un extraño y suave golpe que proviene de mi interior. Sorprendida, levanto mi mirada hacia Christian, el movimiento de su mano se ha congelado, sus ojos están tan abiertos como los míos cuando me devuelve la mirada.

— ¿Has sentido eso? — pregunto en un susurro. Asiente en respuesta.

Llevo mi mano junto a la suya, esperanzada por sentirlo una vez más. Luego de unos segundos vuelve a moverse  contra nuestras manos. Es fascinante, y de alguna manera, hace que Blip se sienta más real y de ser posible mi amor hacia él se incrementa. Cincuenta parpadea, sorprendido una vez más y lentamente una sonrisa se dibuja en su cara.

—Nuestro bebé — murmuro, mi voz rota por la emoción.         

—Sí, nuestro bebé— musita incrédulo. Sus ojos brillan de manera especial, llenos de esperanza y amor, lo sé. Aunque no se atreva a decirlo, sé que quiere a nuestro hijo.

 ∞

Sawyer me acompaña hasta la recepción de AIPS como de costumbre, aunque Jack esté cumpliendo su condena sin posibilidad de libertad condicional, Christian no va a dar su brazo a torcer en lo que a mi seguridad concierne.

—Buenos días, Ana —. Claire me saluda, luego sonríe tímidamente hacia Luke quien corresponde el gesto.

Creo que hay algo entre ellos. Estoy a punto de hacer algún comentario pero me detengo, sé que de hacerlo sólo nos hará pasar un incómodo momento. Solo levanto una ceja en dirección a Claire y ella me guiña.  ¡Lo sabía! Pasan demasiado tiempo juntos, supongo que era de esperarse. Sacudo la cabeza divertida y me encamino hacia mi oficina.

Hannah me espera con una taza humeante de té en una mano y su Tablet en la otra, lista para iniciar la rutina y repasar mi agenda.

—Buenos días, Ana, — le sonrío en respuesta y hago una seña para que me siga dentro.

— ¿Qué tenemos para hoy?

Ella comienza a repasar el itinerario extenso del día y le doy la bienvenida a la distracción que eso trae.  

A la hora del almuerzo, la cabeza de Hannah aparece en mi puerta preguntándome si me apetece algo para almorzar. Aún siento un nudo en mi estómago por la ansiedad pero debo admitir que estoy hambrienta, y no quiero discutir por esto con Christian.

—Una ensalada estará bien, gracias — asiente con una sonrisa y desaparece.

La ensalada está deliciosa, como con ganas mientras tipeo un correo para Fox informándole que Jerry quiere verlo. Su historia no solo me ha fascinado a mí sino también a los altos directivos, es prometedora y podría ser el primer gran éxito de AIPS. Confío que así será, y no el único, él tiene mucho potencial. Puedo verlo y por suerte Roach también.

El ping anunciando un nuevo correo me distrae de mi tarea, es Christian.

De: Christian Grey

Asunto: El bienestar de mi esposa

Fecha: Enero 17, 2012 13:45

Para: Anastasia Grey

No he oído de ti en toda la mañana.

¿Estás mejor?

¿Has comido algo? ¡Espero que sí!

Te amo.

Christian Grey, Preocupado Gerente General Grey, Enterprises Holdings Inc.

Su correo me hace sonreír.

De: Anastasia Grey

Asunto: *Rodando los ojos*

Fecha: Enero 17, 2012 13:49

Para: Christian Grey

Estoy mucho mejor, no te preocupes.

También te amo.            

X

Anastasia Grey

Coordinadora Editorial, AIPS.

De: Christian Grey

Asunto: ¿Por qué…

Fecha: Enero 17, 2012 14:01

Para: Anastasia Grey

…siento mis manos temblar, Sra. Grey?

Me alegra oír que estás mejor.

No has respondido mi otra pregunta. ¡Llamaré a Luke para comprobar!

Christian Grey, Gerente General, Grey Enterprises Holding Inc.

De: Anastasia Grey

Asunto: Guarda esas manos inquietas

Fecha: Enero 17, 2012 14:03

Para: Christian Grey

Le alegrará oír que estoy terminando mi almuerzo en este momento, Señor.

Te veo en casa.

X

Anastasia Grey

Coordinadora Editorial, AIPS.

Christian está al teléfono cuando ingreso a la sala de nuestro hogar. Camina de un lado al otro, pasando su mano libre una y otra vez por su cabello. Luce enojado. Ajeno a mi presencia se para frente a la pared de cristal y apoya su frente en ella. Dejo mi bolso en el suelo y me dirijo hacia él. Paso mis brazos a su alrededor cuando lo alcanzo, todo su cuerpo se relaja al sentirme.

—No quiero dejar a Ana demasiado tiempo sola, Ros, te lo dije —. Escucha al otro lado de la línea mientras se gira para encararme y devolverme el abrazo. — Lo sé, lo sé, te llamaré luego.

— ¿Todo está bien? — pregunto contra su pecho.

No me responde. Toma mi rostro entre sus manos, inclinando mi cabeza hacia atrás y su boca busca la mía en un beso voraz y desesperado. Buscando… ¿Consuelo, tal vez? Su necesidad es abrumante. Ha hecho esto antes, buscar en mí un bálsamo para sus problemas, para olvidarse de todo y todos, y no pensar en nada más que no seamos nosotros. Algo no va bien, puedo notar su preocupación, quiero insistir y volver a preguntarle pero me olvido de todo al sentir su boca descender por mi cuello con besos húmedos, el deseo recorre mi cuerpo concentrándose en lo más profundo de mi bajo vientre.  Saber que puedo ofrecerle el consuelo que necesita me hace sentir bien, fuerte, deseada. No puedo negarme, quiero esto también. Quiero perderme en él, olvidar y dejar de una vez atrás el mal sabor de la pesadilla de esta mañana que aún molesta en un recóndito lugar de mi mente. Llevo mis manos a su cabello y lo jalo de la forma que sé que le gusta y me complace escuchar un gemido de su parte. Sus labios vuelven a reclamar los míos, esta vez en un beso pausado, sensual y cargado con emociones del día, desahogándonos. Su lengua explorando el interior de mi boca, persuadiendo y dominando a la mía y estoy perdida. El resto del mundo desaparece y solo somos él y yo, amándonos.

Envuelta en sus brazos, intento disfrutar del calmo momento luego de hacer el amor pero la evidente ansiedad de su parte me lo impide encendiendo las alarmas de mi mente. Su conversación con Ros se repite en mi cabeza, esto no puede tratarse sólo de su miedo a dejarme sola. Está abstraído, perdido en sus pensamientos, parece estar debatiéndose el decirme algo. Deseo preguntar y acabar de una vez con la incertidumbre que me invade, pero no quiero presionarlo. Tengo que darle su espacio y eventualmente va a hablar.

—Tengo que viajar mañana —, finalmente suelta. —Me gustaría que vinieras conmigo.

¿Su nerviosismo se debe a que sabía que esto iba a ocasionar una pelea?

—Christian, no…

—Necesito que vengas conmigo, — me interrumpe, casi rogando. — Debo ir, no quiero dejarte sola.

—No estaría sola, y lo sabes.

— No quiero ir solo.

Su tono me preocupa y alarma.

— ¿Qué va mal?

Pido, separándome un poco para poder observar su rostro. El vacila un momento. Puedo ver el desasosiego en sus ojos. Habla conmigo, Christian.

—Tengo que ir a Detroit, Ana — suelta finalmente. 

Espero que les hay gustado, pronto tendrán más para leer :) Voy a estar publicando adelantos en mi cuenta de Twitter: @SharinGrey 
Como ya dije, salvo que ocurra algún imprevisto, será un capítulo MENSUAL. 
Mientras tanto, y si gustan, les dejo el link de unos de mis fics de #Twilight...

You Shouldn't Play With Fire.

Link: https://www.fanfiction.net/s/9952294/1/You-Shouldn-t-Play-With-Fire 

Summary: Tras semanas de soportar los intentos de seducción por parte de su alumna (22) , el profesor Masen (36) decide darle una lección. Mandando a volar todos sus escrúpulos, va a demostrarle que tan peligroso es jugar con fuego. Tiempo después de aquel encuentro, sus vidas vuelven a cruzarse y una inesperada noticia cambiará la vida de ambos.(COMPLETA + epílogo + Outtake)